El jamón ibérico es uno de los productos estrella de la gastronomía de nuestro país. Producto que mezcla calidad y tradición, tras un proceso artesanal cuidado al detalle, que se valora dentro y fuera de nuestras fronteras.
La pieza de jamón se define por ser la pata trasera del cerdo adulto tras pasar por diversos procesos como la salación y curación.
Pero vamos a aprender más sobre ella, empezando por analizar su morfología. ¿Quieres aprender cuales son y cómo se denominan las partes del jamón ibérico?. Ahora te lo contamos.
En un jamón ibérico podemos distinguir:
- La Maza: Es la parte más ancha tanto en el jamón como en la paleta y la que mayor aprovechamiento ofrece, porque posee gran cantidad de carne e infiltraciones de grasa en el músculo. La carne y la grasa, alcanzan su posición y proporción perfecta en esta zona. El color de la carne es rojo intenso, y se va tornando en rosáceo a medida que se acerca a la parte exterior cercana al tocino. Es considerada la mejor y más rica parte de la pieza; su carne es más tierna y sabrosa.
- La Contra: Se sitúa a continuación de la maza, es una zona estrecha y que presenta bastante cantidad grasa. Es la parte que está más curada, y se caracteriza por contener gran cantidad de tocino entre los músculos, por eso se dice que es muy sabrosa.
- La Babilla: Es la parte opuesta a la maza. Es una zona muy estrecha y tiene menos cantidad de carne y grasa debido al menor número de infiltraciones de esta. Es la zona más curada de la pieza.
- La Punta o Cadera: Es la parte opuesta a la pezuña y que une la pata del cerdo con el cuerpo. Presenta mayor proporción de grasa que de carne y resulta muy sabrosa por sus numerosas infiltraciones.
- El Jarrete: Se presenta entre la tibia y el peroné del animal, y es la parte más fibrosa del jamón, perfecta para cortar en taquitos, para muchos suele ser el mejor bocado por su intenso sabor y textura.
Un jamón delicioso, muy natural y muy sabroso … Auténtica explosión de sabor, a campo y bellota, para su paladar ...
¡¡ UN ENORME PLACER !!